lunes, 20 de abril de 2020

PAUTAS Á FAMILIAS: MOTIVAR PARA ESTUDIAR



CÓMO MOTIVAR A TUS HIJOS PARA QUE ESTUDIEN DURANTE LA CUARENTENA.

La ansiedad y el estrés que se perciben en el ambiente con la situación que vivimos juegan en contra de la motivación a la hora de estudiar desde casa porque “desemboca en un bloqueo emocional que paraliza y que retroalimenta la sensación de agobio e inquietud. Esto no afecta solo a la persona que lo sufre, también repercute en la dinámica familiar. Para evitarlo, es importante no culpabilizar a nadie y rebajar en la medida de lo posible las exigencias en épocas de crisis”. Lejos de caer en la tensión con los hijos a la hora de que estudien en casa durante la cuarentena y dejarnos llevar por la preocupación y la responsabilidad de asumir el rol de los profesores ausentes presencialmente, conviene centrarse en que “la motivación por aprender es posible, recomienda Zaida Moreno, neuropsicóloga clínica y psicóloga general sanitaria de Elea, Instituto Psicoeducativo.

  1. Seguir una rutina diaria, relativamente estructurada, pero también flexible. Se puede combinar tiempo de trabajo y descanso que incluya actividades lúdicas en familia.
  2. Descubrir que el aprendizaje no solo reside en los libros y en realizar tareas escolares , sino que existen otras opciones, como la lectura, pintar o actividades grupales físicas virtuales, como yoga o pilates.
  3. Rebajar la presión que imponemos a los niños/as a la hora de cumplir con todos los deberes así como la necesidad de seguir el plan de trabajo diario por materias. Las circunstancias y el contexto en el que se lleva a cabo el aprendizaje en casa y en el colegio son diferentes. Los requisitos pueden ser distintos y las tareas más dinámicas.
  4. Crear un ambiente agradable para estudiar en casa; bien ventilado y sin ruido. Evitar el uso excesivo de aparatos como el móvil o la tablet. El mal uso de las nuevas tecnologías no favorece el aprendizaje y puede producir un estado interior de agitación y excitación que perjudica nuestra capacidad de atención y memoria a largo plazo.
  5. Tener unas rutinas adecuadas con respecto a los horarios de sueño. Para mantener el bienestar mental. Ejercicios de relajación.
  6. Establecer una comunicación positiva, de confianza y ayuda entre profesores, padres y alumnos. Es una buena oportunidad, para desarrollar capacidades y actitudes como la empatía, la autoestima, el diálogo y la superación de situaciones adversas.
CÓMO ACTUAR CUANDO TU HIJO/A NO QUIERE ESTUDIAR.

     Conviene evitar dramatizar sobre que el niño/a se niegue a estudiar porque “tiene que asumir o no su responsabilidad como estudiante. Insistir machaconamente a los hijos suele ser contraproducente porque se acostumbran a oír, que no a escuchar, el soniquete paterno, lo cual acaba convirtiéndose en un juego para conseguir su atención. Suele resultar más productivo no entrar en ese juego; eso sí, avisándoles de que, si no cumplen con su responsabilidad, habrá un coste negativo que los progenitores deberán concretarles de entrada. Como la coherencia es fundamental en educación, estos deberán cumplir la advertencia en cualquier caso. Es muy importante que el/la niño/a entienda que los estudios son su tarea y, no porque se lo digamos, sino porque nuestro comportamiento sea coherente con ellos y se muestre confianza en cómo trabajan y se organizan para estudiar”.
    Desde esa perspectiva, se puede guiar a los niños para que fijen su atención en que “si algo está resultando una novedad, producto del encierro, es el regalo del tiempo y la presencia. Si lo vemos por el lado positivo, la oportunidad es doble: podemos hacer cosas que siempre quisimos y nunca encontramos el momento para realizar. Por otro lado, también es tiempo para no hacer; aprender a estar sin actividad ni plan prefijado”.

Oportunidades para ver la cara pedagógica de la situación impuesta por el coronavirus ( el lado bueno de las cosas):

  1. Explorar el lado creativo de los niños/as. Aprovechar para dibujar, hacer manualidades, cantar, bailar, jugar con la voz, inventar historias e ilustrarlas.
  2. Compartir juegos de mesa en familia que sirven a los niños para aprender a divertirse con normas, a jugar, perder y colaborar en equipo.
  3. Los niños/as pueden descubrir cómo funcionan las cosas en casa cuando ellos están en el cole y hacerles partícipes de las tareas habituales, como hacer las camas, regar las plantas o ayudar a cocinar. Es una buena oportunidad de que valoren el trabajo que se hace entre bastidores todos los días cuando ellos se ocupan de sus actividades escolares.
  4. Aprender cómo se teletrabaja. Los niños/as pueden aprender de los padres que trabajan desde casa la autodisciplina.
  5. Organizar el espacio y el tiempo de convivencia en casa. Es un buen momento para aprender sobre el terreno a planificar y separar el tiempo de ocio y de trabajo, así como para delimitar espacios y respetar las zonas de intimidad en casa. De esta forma, se evita la saturación y los conflictos en la convivencia.
  6. Enseñar a parar y estar. Dejar de hacer, que es nuestra dinámica habitual para dar espacio a una charla banal o trascendental; al silencio o al aburrimiento. Dejar pasar las horas, desde la presencia y disponibilidad con nuestros hijos, al tiempo que estamos inactivos; sin tener que liderar o dirigir nada.